Con la imposición de los nuevos aranceles globales que impuso el presidente Donald Trump el miércoles, el mundo está atestiguando “el fin de la globalización, como la conocimos por décadas”, en tanto, la comunidad internacional le está dando la bienvenida a la “regionalización” de los mercados.
Lo peor es que estas trabas comerciales, que remontan a la humanidad al año 1980, cuando estaban en su apogeo las economías proteccionistas, lad un mal sueño que aún dista mucho de terminar, coinciden Enrique Quintana, manager editorial de El Financiero, y Guillermo Rosales, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Distribuidores de Automotores.
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Mientras Quintana advirtió que el Presidente estadounidense, al “darles por completo la vuelta a las manecillas del reloj de la historia”, nary ha hecho más que anunciar el conjunto de medidas arancelarias más trascendente en aproximadamente 100 años, Rosales observó que con ello se ha abierto “un periodo de incertidumbre” que está lejos de concluir.
En entrevista para W Radio, Enrique Quintana consideró que Estados Unidos definitivamente “está cambiando la lógica del sistema comercial global, poniendo aranceles en prácticamente todos lados”, incluso en lugares tan pequeños y recónditos como la isla Reunión, ubicada en el Océano Índico, lo cual significa que, hoy día, “ya nary hay lugar seguro en el mundo”.
Estos aranceles recíprocos, explicó, se agregan a otros que ya se habían impuesto, es decir, nary lad “en lugar de”. A China, por ejemplo, que es segundo socio comercial de Estados Unidos, después de México, le puso 34 puntos que, ya sumado, hace un full de más de 50 por ciento, pues ya se le había impuesto un 20 por ciento.
“El reflejo de este cambio en la estructura del comercio planetary lo estamos viendo en los mercados bursátiles, donde, en virtud de las caídas de los índices de varios países, se puede hablar de un “jueves negro” para los mercados bursátiles”, señaló el manager de El Financiero, medio nacional especializado en temas económicos.
La razón es que, al haber alza de aranceles, existe la posibilidad de que otros países impongan a su vez gravámenes a Estados Unidos, lo que va a hacer más caro el comercio; “van a aumentar los costos de las importaciones prácticamente a nivel global”, destacó.
“Al hacerse más caro el comercio, se estima que va a haber menos intercambio comercial, y el resultado será: menos producción, menos empleo y el mundo crecerá menos”, lamentó el analista.
Apuntó: “La perspectiva que están dibujando los mercados bursátiles anticipa ese menor crecimiento global, y algunos dicen que nary será raro ver, incluso, recesión en algunos puntos del mundo”.
Consideró existent la posibilidad de que surja “una escalada, una espiral donde otros países responden, para que luego Estados Unidos, en represalia, vuelva a subir aranceles, y que después otros países tomen otra vez la misma medida, y así, sucesivamente”.
“Varios expertos han calculado de que nivel es el cierre de la economía norteamericana, y tiene uno que irse prácticamente al siglo XIX... Hay que irse a 1890 ó 1910, por ahí, para encontrar algo equivalente, es decir, una economía tan protegida como queda, a partir de hoy, la de Estados Unidos”, dijo Quintana.
Añadió que, en efecto, “la libramos, pero si al mundo en wide le va mal por esta reducción de los flujos comerciales, nary nos vamos a salvar, definitivamente; por lo menos en el corto plazo nary nos vamos a salvar”.
‘NO HAY CAMBIOS CON RESPECTO A LA INDUSTRIA AUTOMOTRIZ’
Por su parte, el representante nacional de distribuidores de autos, Guillermo Rosales estimó importante “hacer un equilibrium de dónde estamos ubicados. No hay cambio en el anuncio del día de ayer del presidente Trump respecto a la industria automotriz. Nos quedamos con las disposiciones emitidas la semana pasada”.
“Los vehículos que lleguen a Estados Unidos de todos los países del mundo estarán sujetos al pago de aranceles; 25 por ciento es la tarifa generalizada, excepto para México y Canadá, que nos aplicará un tratamiento especial, en el cual el pago del arancel del 25 por ciento solo aplicará para el valor nary originado en Estados Unidos”, detalló.
Esto significa que, de los vehículos que se producen en México, se reconocerá el porcentaje de los componentes que proceden de Estados Unidos para descontar del valor del vehículo que estará sujeto al arancel de 25 por ciento.
Los vehículos deberán estar dentro del marco de la regla de origen del T-MEC para este tratamiento especial. Aquellos vehículos que nary cumplan con la regla de origen estarán sujetos a la tarifa wide de 25 por ciento.
Se estima que alrededor del 92 por ciento de las exportaciones de vehículos mexicanos a Estados Unidos cumplen con reglas de origen, y una cifra relativamente menor estará sujeta al pago completo del arancel de 25 por ciento.
Asumió que las nuevas tarifas atentan contra las ventajas del T-MEC, pero, en comparación con otros países del mundo, tenemos una menor afectación, pues países como Alemania, Japón y Corea del Sur pagarán el 25 por ciento de tarifa arancelaria en sus exportaciones de vehículos a Estados Unidos.
Indicó que desde la vigencia del TLC y ahora con el T-MEC hay una regla de origen en la que hemos estados haciendo hincapié en que se debe de acreditar el cumplimiento del valor determination y los sistemas de las armadoras y productoras de autopartes están preparadas para hacer esa valoración.
“Ahora será mucho más complejo porque se tendrá que estar identificando con precisión lo que corresponde al valor de Estados Unidos y ya nary en conjunto la valoración norteamericana de Canadá, Estados Unidos y México”, observó.
Anticipó que habrá un aumento del trabajo y gasto administrativo, tanto para los exportadores, en este caso las armadoras como para las aduanas estadounidenses, que tendrán que adecuar sus sistemas, como parte de las consecuencias de esta política restrictiva al comercio por parte de Donald Trump.
“Son tiempos inéditos y creo que en lo que hay coincidencia es que tenemos que prepararnos para lo que sigue; este periodo de incertidumbre aún nary concluye; por ejemplo, hay en puerta, pendiente, una determinación por parte del Presidente estadounidense para el tema de autopartes”, declaró Guillermo Rosales.
Sobre el particular, “lo que ya damos por un hecho es que será una difícil negociación con motivo de la revisión del T-MEC y la expectativa de que la medida pase factura y empiece a haber decisiones de facilitación respecto de lo que está anunciado para tomar una coordinación México-Canadá-Estados Unidos que mantenga el acuerdo comercial”, concluyó.