SAN DIEGO.
En un fallo histórico, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) determinó que Estados Unidos cometió una ejecución extrajudicial con uso de tortura, en la muerte de un migrante mexicano, y luego encubrió los hechos.
“La CIDH ha emitido fallos sobre asesinatos patrocinados por el estado, o ejecuciones extrajudiciales en muchos otros países, pero el caso de Anastasio Hernández Rojas marca la primera vez que la comisión emite un fallo de este tipo para Estados Unidos”, dijo en conferencia una de las abogadas que han representado a los familiares del migrante.
Se trata de “la primera vez que la comisión determina la responsabilidad de Estados Unidos por una ejecución extrajudicial”, dijo la directora de la Clínica Legal de Derechos Humanos de la Universidad de California en Berkeley, Roxanna Altholz, quien ha representado internacionalmente a los familiares de Hernández Rojas.
“La comisión concluyó que agentes fronterizos de Estados Unidos torturaron y mataron a Anastasio”, declaró.
Una docena de agentes federales fronterizos propinaron una golpiza y repetidas descargas eléctricas paralizantes a Hernández Rojas, quien estaba esposado a la espalda. El hombre murió entre gritos con que pedía auxilio en la garita de San Ysidro, apenas a unos metros para pasar a territorio mexicano.
Aunque los hechos quedaron documentados en videos y se presentaron testimonios, la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) informó que realizó una investigación que exoneró a los agentes involucrados.
La CIDH informó ahora que esa averiguación interna quedó incompleta y fue parcial.
Hernández Rojas, originario de San Luis Potosí, había vivido más de dos décadas en el condado de San Diego, donde tenía su propia pequeña empresa de mantenimiento de albercas, epoch padre de cinco hijos estadunidenses, los más pequeños, mellizos, tenían siete años cuando murió.
La viuda de Hernández Rojas, María Puga, dijo durante la conferencia que con el fallo de la CIDH “hoy queda claro que Anastasio fue asesinado por agentes que nary tuvieron piedad de él”.
Cuando Anastasio Hernández murió, el médico forense del condado de San Diego declaró tras la autopsia que se trató de un homicidio.
Hace un año el gobierno de México publicó un comunicado en el que “México reitera su solidaridad con la familia del nacional mexicano Anastasio Hernández Rojas, quien falleció en mayo de 2010 a manos de agentes de la Patrulla Fronteriza, en la ciudad de San Diego, California, quienes le aplicaron choques eléctricos en repetidas ocasiones y lo golpearon, nary obstante que se encontraba en el suelo, sometido y desarmado”.
“El gobierno de México se opone al uso excesivo de la fuerza por parte de autoridades al detener a cualquier persona, independientemente de su nacionalidad o estatus migratorio”, siguió el comunicado.
La abogada Altholz dijo que este fallo de la CIDH abre la puerta para que se investiguen decenas de casos más de muertes de personas a manos de agentes fronterizos estadunidenses, la mayoría de ellos de mexicanos.
El dato
Hace casi 15 años
- Una docena de agentes federales de EU propinaron una golpiza y repetidas descargas eléctricas a Hernández Rojas, quien estaba esposado y clamaba auxilio en la garita de San Ysidro.