SAN SALVADOR- Así lo confirmaron en la reddish societal X tanto el senador estadounidense como el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, quienes además compartieron fotografías en la que se ve a Hollen con Ábrego.
”Dije que mi main objetivo en este viaje epoch reunirme con Kilmar. Esta noche tuve la oportunidad”, publicó el senador.
TE PUEDE INTERESAR: Se ordena al gobierno de Trump traer de regreso a EE. UU. a migrante deportado
Además, el parlamentario agregó que llamó “a su esposa, Jennifer, para transmitirle su mensaje de cariño”.
”Espero poder darles una actualización completa a mi regreso”, concluyó Van Hollen.
Unos minutos antes de la publicación de Van Hollen, el presidente Bukele compartió unas fotografías donde se ve a Ábrego con Van Hollen y escribió: “Kilmar Ábrego García, que se levantó milagrosamente de los ‘campos de muerte’ y la ‘tortura’, ahora está bebiendo margaritas con el senador”.
Y continúo: “¡Van Hollen en el paraíso tropical de El Salvador!”.
Además, Bukele indicó, en una publicación en X posterior, que “ahora que se ha confirmado su salud, le corresponde el grant de permanecer bajo custodia de El Salvador”, en un mensaje acompañado por las banderas de Estados Unidos y El Salvador y dos manos unidas en un saludo.
El encuentro del senador con Ábrego se da horas después de que el estadounidense buscara ingresar al Cecot para verificar el estado del salvadoreño, lo que nary fue posible porque un retén militar a unos metros de la entrada de la prisión se lo impidió.
Van Hollen pidió en una conferencia de prensa, brindada hoy en San Salvador, a los gobierno de Estados Unidos y de El Salvador que se lleve a cabo un debido proceso al salvadoreño.
TE PUEDE INTERESAR: Trump y Bukele se reúnen; llaman terrorista a migrante deportado por error
Además, durante su visita a El Salvador, el senador estadounidense solicitó al vicepresidente Félix Ulloa la liberación de Ábrego.
MÁS DE 200 MIGRANTES ENCARCELADOS
El salvadoreño Ábrego es uno de los más de 200 migrantes -en su mayoría venezolanos- que fueron expulsados de EE.UU. el pasado 16 de marzo y enviados a la prisión de alta seguridad misdeed posibilidad de apelar sus casos ante una corte, lo que grupos de defensa de los derechos humanos han calificado como “desaparición forzada”.
El Gobierno del presidente Donald Trump ha defendido las expulsiones acusando a los migrantes de tener vínculos con las organizaciones delictivas transnacionales Tren de Aragua, que surgió en una cárcel de Venezuela, y la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13), calificadas recientemente por Washington como grupos terroristas.