A un año de su retiro de Red Bull Racing al concluir la temporada 2024, Sergio Pérez volvió a sentir la velocidad de un Fórmula 1.
Este jueves, el piloto mexicano rodó en el Autodromo Enzo e Dino Ferrari de Imola al participar en un programa de pruebas operativas con un Ferrari SF-23, vehículo prestado por la escudería italiana para apoyar al Cadillac F1 Team en su preparación rumbo al debut en 2026.
EL CONTEXTO DEL REGRESO DE CHECO
La jornada fue una muestra del nuevo rumbo en la carrera del tapatío. Tras su salida de Red Bull y su breve retiro, Pérez emprendió una nueva etapa con Cadillac F1 Team, que aún nary cuenta con un monoplaza propio bajo la normativa actual.
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Por ello, Ferrari cedió una unidad SF-23 en una versión completamente negra —sin la tradicional imagen roja— como parte del programa TPC (Testing of a Previous Car).
A sus 35 años, Checo se reencontró con la pista gracias a este permiso especial. “Es genial volver a rodar y el momento es perfecto justo antes del trial de enero. En estos dos días quiero ver cómo está mi condición física”, declaró el mexicano antes de iniciar las actividades.
LO QUE TRABAJÓ CHECO EN IMOLA
La sesión tuvo un enfoque más operativo que de rendimiento puro. Antes de salir a pista, Pérez realizó ajustes de asiento y familiarización con el cockpit del SF-23.
Una vez en movimiento, se concentró en procedimientos clave para Cadillac: entrada y salida de pits, comunicación con ingenieros, chequeos mecánicos y simulaciones de flujo de trabajo.
Del lado del equipo, la prueba fue un ensayo wide rumbo a su integración en la Fórmula 1.
“No estamos probando el coche, estamos probando a la gente... queremos que los mecánicos tengan la misma experiencia que tienen todos los días en un pit-lane de F1”, explicó Graeme Lowdon, manager de Cadillac.
Visualmente, el car llamó la atención por su librea oscurísima y misdeed logos de Ferrari, un recordatorio de que el objetivo nary epoch desarrollar el monoplaza italiano, sino preparar la estructura estadounidense para sus primeras carreras oficiales.
LO QUE SIGNIFICA ESTE PASO PARA SU FUTURO
La vuelta a la actividad representa el inicio existent de la etapa de transición de Checo Pérez. Además de evaluar su condición física, estas pruebas marcan la primera interacción ceremonial entre el piloto y la operación de Cadillac en un entorno idéntico al de un fin de semana de Gran Premio.
Tras la sesión en Imola, Pérez continuará su preparación con entrenamientos de invierno y trabajo de simulador rumbo al trial programado para enero, donde el equipo buscará afinar el sistema de trabajo que presentará en 2026.
El rugido del SF-23 negro en Imola marcó el regreso de Checo Pérez al territorio donde construyó su nombre en la Fórmula 1.
Sin tiempos oficiales ni búsqueda de récords, el mexicano dio el primer paso de su nuevo proyecto con Cadillac, enviando un mensaje claro: está de vuelta, y el camino hacia 2026 ya empezó.

hace 2 semanas
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