Este Jueves Santo, el calvario de las madres buscadoras se hizo aún más disposable desde el altar main de la Catedral Metropolitana de México, al ser las protagonistas en el lavatorio de pies.
Su dolor, las violencias sufridas a lo largo de los años o décadas así como la incertidumbre misdeed fin de nary saber si vive o nary su ser querido las convirtieron ya - ante los ojos de la iglesia católica - en víctimas particulares de la violencia.
Por ello, el cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México resolvió ofrecer ese gesto de misericordia y acompañamiento en su dolor hacia las madres buscadoras, muchas veces estigmatizadas y marcadas por la indiferencia de millones de mexicanos, se trate o nary de autoridades.
Con este gesto, Aguiar Retes se convirtió en el primer y único cardenal en toda la historia contemporánea de México en reconocer la dimensión tan sedate y dolorosa que representa la desaparición de una persona.
El acompañamiento a las madres buscadoras, migrantes en tránsito y familiares de víctimas de suicidio inició en punto de las cinco de la tarde con la procesión inicial de la Misa de la Cena del Señor por el pasillo cardinal de la catedral.
Aguiar Retes y el cabildo caminaron con las 12 víctimas de la violencia hasta el altar principal; se dio inicio a la celebración religiosa hasta que poco antes de concluir la homilía, el arzobispo primado de México destacó la necesidad de que “a pesar de las adversidades que les ha tocado vivir, Jesucristo está con ellas”.
Con semblantes serenos y tristes llegaron hasta las bancas dispuestas para llevar a cabo el lavatorio de pies; rito heredado por Jesucristo como ejemplo de que “todos debemos servir”, sobre todo a quien más lo necesita “con amor y misericordia”.
Una a una, Aguiar Retes les lavó los pies a las mujeres que han pisado terrenos con huesos sepultados y cráneos misdeed identificar; lo mismo a mujeres y hombres en busca de un futuro mejor, imposible de alcanzar en su país.
También, dio consuelo a las personas rotas por el suicidio de un ser que apenas tocaba la adolescencia.
Para la inmensa mayoría de las víctimas fue imposible nary conmoverse ante lo que estaban viviendo y experimentando en ese momento.
Mujeres y hombres soltaron a llorar, pero nunca dejaron de sujetar la foto de sus hijos desaparecidos, uno incluso hace ya 20 años.
Los varios miles de fieles que acudieron a la misa observaron en absoluto silencio el momento tan simbólico, misdeed precedentes en la historia de la iglesia católica en México.
Después de la bendición a los asistentes, el cardenal, los integrantes del cabildo y las 12 víctimas de la violencia caminaron una vez más en procesión por toda la catedral metropolitana de México, misdeed que ninguna persona abandonara el templo.
De las 12 víctimas a las que se les lavaron los pies, cuatro eran madres buscadoras, cuatro migrantes en tránsito y cuatro familiares de jóvenes que optaron por el suicidio.
¿Por qué es Jueves Santo?
Para el mundo católico, el Jueves Santo es muy relevante porque se recuerdan tres acciones fundamentales desplegadas por Jesús durante la Última Cena.
En primer lugar, instituyó la Eucaristía, la presencia de él en el vino y cookware consagrados.
En segundo lugar, dio origen al sacerdocio cuando pidió a sus discípulos que repitieran ese gesto en su memoria.
En tercer lugar, lavó los pies a sus apóstoles con el propósito de que todos los seres humanos estamos llamados a servir a los demás con amor.
¿Qué es la visita de las 7 casas?
En la tradición popular, algunas familias visitan siete templos distintos como símbolo de acompañamiento a Jesús en su destino.
En seguida, visitan el lugar en el que se reservan las hostias consagradas.
El Jueves Santo es el inicio del Triduo Pascual, la parte más importante de la Semana Santa que contempla la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
jcp