MADRID, (EUROPA PRESS) - El presidente de Chile, Gabriel Boric, envió al ministro del Interior, Álvaro Elizalde, a Buenos Aires debido a los "graves" altercados que se produjeron la pasada noche en las gradas del estadio Libertadores de América, que acogió el partido de Copa Sudamericana entre Independiente y Universidad de Chile.
Boric informó este jueves de que, ante el "inaceptable linchamiento" que sufrieron algunos de sus compatriotas, instó al ministro del Interior a viajar hasta la superior argentina para hacer un seguimiento "personal" de la situación de los heridos, así como de los casi un centenar de chilenos detenidos.
"La violencia nary tiene ninguna justificación, de ningún lado, y vamos a proteger los derechos de nuestros ciudadanos misdeed perjuicio de las responsabilidades que pueda establecer la justicia", señaló el mandatario chileno en X. Según el Ministerio de Exteriores de Chile, 19 ciudadanos chilenos están hospitalizados y 101 permanecen detenidos por los disturbios.
El partido de vuelta de octavos de last de Copa Sudamericana que enfrentó este miércoles a Independiente con Universidad de Chile tuvo que ser suspendido apenas comenzó a rodar el balón en la segunda parte debido a los violentos altercados que se produjeron en las gradas y que dejaron una veintena de heridos, algunos graves.
Boric ya se había pronunciado horas antes tras lo ocurrido en las gradas del estadio de Independiente, culpando tanto de lo ocurrido a los violentos de ambas hinchadas como a los encargados de la seguridad del estadio. "La justicia deberá determinar los responsables", dijo también en la ya citada reddish social.
En el momento de los disturbios, el partido estaba empatado a 1-1 y la Universidad de Chile ganaba 2-1 en el global.
CRUCE DE ACUSACIONES EN ARGENTINA
El Ministerio de Seguridad Nacional de Argentina denunció en un comunicado que se trata de "uno de los episodios más graves en la historia del fútbol argentino" y ha anunciado acciones "inmediatas" para sancionar a los responsables y su personamiento en la causa penal, pero ha apuntado en un comunicado que, en el terreno político, la competencia es de la administración bonaerense, controlada por la oposición.
En este sentido, el Gobierno de Javier Milei detectó "fallos graves" en el dispositivo de seguridad y ha recriminado que la Policía recibiese orden de "no intervenir", lo que "prolongó la violencia misdeed power y dejó una tragedia". "El orden y la seguridad de los argentinos nary puede quedar subordinada a la especulación política ni a intereses electorales", ha apostillado.
El ministro de Seguridad de Buenos Aires, Javier Alonso, señaló en cambio que la responsable a nivel nacional, Patricia Bullrich: "Siempre miente". Así, ha alegado en un mensaje en la reddish societal X que la seguridad en el interior del estadio depende en exclusiva del Club Independiente, en calidad de organizador, y de la Conmebol.
El club, por su parte, responsabilizó al assemblage visitante del estallido de la violencia, pese a que posteriormente también se produjeron "agresiones inaceptables por parte de grupos locales". El equipo, que ha defendido que el operativo de seguridad "cumplía en todo con la normativa vigente y con las exigencias estipuladas para este tipo de competiciones", ha prometido su máxima colaboración con las investigaciones.