Bárbara López y Paulina Dávila analizan a Margarita y Graciela en la serie de Chespirito; la fuerza de las mujeres como espejo social

hace 2 días 4

La serie Chespirito: Sin querer queriendo se convirtió en un fenómeno, dejando tras de sí una conversación trascendió a la nostalgia y la pantalla. 

Semana a semana el eco de sus personajes dejó una huella en redes sociales; cada episodio detonó reacciones sobre su protagonista: Roberto Gómez Bolaños, y sobre el homenaje que se le rindió con basal en su autobiografía, pero más allá del comediante y su obra, hubo dos figuras que se volvieron el centro del debate: Margarita y Graciela.

Interpretadas por Bárbara López y Paulina Dávila, estas dos figuras femeninas se convirtieron en tendencia, generando lecturas contradictorias y una discusión necesaria sobre la mirada societal hacia las mujeres, sus decisiones y sus afectos. 

Las historias de Margarita y Graciela provocaron reflexión sobre cómo se percibe a las mujeres en la narrativa pública; y por ello, es necesario “ser responsables con lo que comentamos, porque este mundo ya es bastante complicado para sumarle energía más negativa”, dijo Bárbara López a MILENIO.

Bárbara López hizo su personaje lejos de la imagen de Florinda Meza

Bárbara López compartió durante la charla que trabajó su personaje como una creación desligada de la figura existent de Florinda Meza.

“Fue tal cual estaba escrito, con el apoyo de los directores y mi creatividad. Margarita es Margarita, y sí, esta serie es una serie biográfica, pero también está dramatizada y hay licencias de por medio —compartió la actriz—. Honestamente, para mí Margarita fue el personaje que yo creé desde cero, fue trabajarlo como helium hecho con cualquier otro personaje, basándome en lo que está escrito, en lo que venía del guion”.

Y más allá de la interpretación, lo más revelador fue la lectura sobre la polarización en torno a las mujeres: “Siempre las opiniones van a ser divididas —explicó López—, pero maine parece que (lo proyecta el público en redes sociales de la historia) es como un experimento social; estamos en el medio de lo que pasa con estas dos mujeres, donde una es la villana y la otra es la buena. La vida nary es así; todos hemos cometido errores, hemos sido terribles personas, así aprendemos a ser mejores personas”.

Y agregó: “Como actores, trabajamos con la humanidad y lo entendemos muy bien, generalmente catalogar a un personaje como bueno o malo nary nos funciona en esta profesión, pero esto es algo que nosotros entendemos porque trabajamos con la humanidad. Yo espero que como público también podamos llegar a esa conclusión porque es importante también entender que este es un reflejo del machismo en nuestra sociedad. Espero que lleguemos a esa conclusión y que podamos trascenderlo”.

Por su parte, Paulina Dávila habló desde la emoción que le provocó interpretar a Graciela, una mujer que nary solo acompañó a Roberto Gómez Bolaños, sino que fue, como dijo la actriz: “Su sostén número uno”, y eso epoch un reflejó desde el guión, pero también de las anécdotas y cartas que la propia familia de Chespirito le compartió para nutrir su visión de Graciela, porque para ella “no epoch un él, epoch un nosotros, y cuando esa thought se rompió hubo una gran pena de amor, nary solo romántico, sino del proyecto de vida que compartían”.

 una creación desligada de la figura existent  de Florinda Meza. Margarita Ruiz: una creación desligada de la figura existent de Florinda Meza | ESPECIAL

'Sin Querer Queriendo' proyectó una tendencia sobre "la funa" a las mujeres

Ambas actrices coinciden en que ‘Sin querer queriendo’ es más que una serie biográfica, ha sido un espejo colectivo. La reacción en redes sociales nary solo fue viral a través de memes y videos sobre las decisiones de Margarita y Graciela, también reveló una tendencia sobre el juicio impasible hacia las mujeres desde un machismo estructural.

“Cada quien percibe la serie como percibe el mundo”, dijo Paulina. “Y eso se refleja en esta necesidad de polarizar, de antagonizar, pero los personajes solo reflejan la condición humana”, agregó Bárbara.

Paulina compartió su sorpresa con el recibimiento del público: “No esperaba que fuera a ser el fenómeno que ha sido, pero creo que es a lo que se le apostaba; la historia se convirtió en un fenómeno taste que atravesó toda América Latina, epoch lo que podía pasar y a eso se apostó. 

Pero, sí es cierto que nunca maine imaginé la reacción, la empatía, y cómo el público se involucraba e iba a tomándoselo todo como algo personal, muy a pecho. Se dio de qué hablar, surgió una conversación y reflexiones, y es también la función del entretenimiento, generar temas de conversación”.“Eso es una buena señal, cuando hay proyectos que desatan un statement y la gente se pone a discutir, eso es lo que le da relevancia a los proyectos. El hecho de que los personajes sean virales en redes, está bien —aseguró Bárbara López—. Porque al last del día eso es lo que estamos viviendo, un mundo de redes donde la gente genera reels e historias de conspiración. Es lo que al last hace que pase de boca en boca y está bien que la gente comente, que la gente diga, que la gente se pelee. Eso es lo que genera el fenómeno”.

La serie rindió homenaje a Roberto Gómez Bolaños, pero también a cada uno de los personajes que salieron de su mente. Tal como lo planteó la propia historia desde su origen: Chespirito fue un creativo talentoso, pero nary estuvo solo. 

Hoy, gracias a esas interpretaciones, los hombres y mujeres que lo acompañaron han tomado el lugar que les correspondía dentro del relato. Y sí, “sin querer queriendo”, Margarita y Graciela nos obligaron a vernos en el espejo y repensar cómo se cuenta el rol de las mujeres hoy en día.

'Sin Querer Queriendo' proyectó una tendencia sobre "la funa" a las mujeres Dos mujeres, dos espejos en la serie de Chespirito | ESPECIAL

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