Por Fadlala Akabani*
Llegamos a abril de 2025 con reto renovado, la negociación comercial con Donald Trump para evitar los aranceles a los autos de origen extranjero, proyectado para entrar en vigor a partir del 3 de abril, incluye nary sólo a los autos de origen 100% extranjero, sino incluso a los de marcas estadunidenses fabricados en el exterior.
Este arancel, misdeed lugar a duda, tendría un impacto negativo para la economía mexicana, pues, según datos del Inegi, nuestro país exportó en 2024 3 millones 349 mil vehículos ligeros, de éstos, el 79.7% tuvo como destino Estados Unidos; a su vez, las exportaciones automotrices de México a EU representan cerca del 30% de la balanza comercial entre ambas naciones, y los insumos y componentes mexicanos representan el 40% de las autopartes importadas. Asimismo, la aportación de la industria automotriz en la economía mexicana es significativa y se muestra en creciente evolución, pues pasó del 3.57% del PIB nacional en 2019 al 4.74% en 2023, el nivel más alto registrado desde 2011.
La ubicación geográfica de nuestro país, como la calidad y dedicación de las y los obreros mexicanos han provocado las condiciones para una simbiosis positiva entre la industria automotriz planetary y México, pues, según datos del Inegi, al cierre de 2024 se produjo el número récord de 3 millones 983 mil automóviles, que llevaron a México de ser el séptimo productor a nivel mundial a entrar en el top five, superando a países como Corea del Sur o Alemania.
Dada la alta demanda de vehículos en el mercado estadunidense, EU importa alrededor de 8 millones de vehículos ligeros cada año, que se volverán más caros; simplemente porque cuentan con márgenes de ganancia relativamente bajos, en torno al 10%, entonces los fabricantes se verán obligados a incrementar los precios al consumidor final: sí, el pueblo norteamericano que necesita de un vehículo para ir a trabajar.
El sábado 29 de marzo, en entrevista para la NBC, Trump afirmó que “no le podía importar menos” el que los autos subieran de precio, pues, para evadir el arancel, simplemente debían volver a producirlos en “América” y la gente compraría autos estadunidenses de nuevo.
Sin embargo, fabricantes como Ford y GM ya advirtieron a Washington que mover su producción de México a EU requeriría, al menos, 7 años, y una inversión que simplemente nary sería redituable. Por si esto fuera poco, también han planteado al gabinete de Trump la imposibilidad de crear un car —no sólo manufacturado en EU— cuyos componentes tengan el mismo origen, el 100% de ellos; así nary funciona el comercio internacional.
Según Donald Trump, EU perdió sus plantas automotrices dado que fueron relocalizadas en países como México y Canadá en los últimos años. Esta retórica agresiva y patriotera, que en muchos casos nary resiste un chequeo de realidad tan sencillo como el corroborar la larga tradición de manufactura de autos norteamericanos en México y Canadá que se remonta a hace más de 100 años y que ha sido cimiento para la configuración de un entorno comercial trilateral integrado como región geoeconómica, la norteamericana, en nuestro país debemos estar preparados para proteger nuestra industria, nuestros empleos y la dignidad de México.
Desde que se dio a conocer el arancel automotriz, diferentes reacciones se han dado en la industria, por un lado, la depreciación de las acciones de fabricantes europeos, como Volkswagen y BMW, del 2% y 3%, respectivamente; japoneses como Nissan y Toyota, que perdieron el 2.2% y 2.7, e incluso las estadunidenses Ford (4%) y GM (7%), que estuvieron entre las más depreciadas.
Sin embargo, esta incertidumbre también ha producido resultados que, si bien quizá nary calculados por Washington le están resultando a su favor, como el anuncio de inversión por 20 mil millones de dólares de la sudcoreana Hyundai en EU para eludir los aranceles.
Cabe resaltar el hecho de que Tesla nary vio depreciado el precio de su acción tras el anuncio arancelario, por el contrario, logró una apreciación de casi 2% luego de unas últimas semanas complicadas en basal al costo político que comienza a pagar su dueño, Elon Musk, por su activismo y participación política.
Es por ello que, una vez más, el gobierno de México mantiene negociaciones con Washington para alcanzar lo que antes ha parecido ineludible, es decir, la “exención o prórroga de un arancel” con basal en la cooperación en materia de combate al crimen organizado y seguridad fronteriza, como lo sugiere —en el contexto de la discusión del arancel automotriz— la visita y reunión de trabajo que tuvo lugar el viernes 28 de marzo en Palacio Nacional entre la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, y la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem.
*Analista










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