Amin Maalouf inaugura la FIL Guadalajara: “La misión de la literatura es hacernos conscientes de la complejidad”

“Estoy convencido de que la literatura es actualmente más indispensable que en ninguna otra época de la historia humana, porque es a ella, es decir, a todos nosotros, a quien le corresponde reparar el presente e imaginar el futuro”, dijo el escritor y periodista Amin Maalouf (Beirut, 1949), Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2025, el máximo galardón que entrega la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Con la presencia de Marcelo Ebrard, secretario de Economía, en representación de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum; Pablo Lemus, gobernador de Jalisco; Marisol Schulz Manaut, directora de la Feria; Trinidad Padilla López, presidente de la FIL Guadalajara; y Karla Planter, rectora de la UdeG, entre otras personalidades, se inauguró la edición 39 de la FIL Guadalajara.

En su intervención, el secretario Ebrard transmitió el mensaje de la presidenta: 

“Me ha pedido transmitirle su saludo, su mensaje, su afecto, su aprecio y reconocimiento. Me ha pedido que entregue una muy peculiar certificación hoy, que es el primer certificado que hacemos de hecho en México conforme a la ley y las normas vigentes, a un proceso y una idea: el proceso de la Feria Internacional del Libro, el esfuerzo de perseverancia, excelencia, compromiso y capacidad que ha llevado a convertir a esta Feria en una de las más grandes del mundo, hecha en México y creada para todo el mundo al mismo tiempo”. 

Ebrard enfatizó que la FIL Guadalajara está íntimamente vinculada a ideas esenciales como la libertad, la cultura, el respeto a las ideas y el universalismo.

En su discurso, Maalouf se declaró “inquieto y maravillado”. Reconoció que la humanidad vive la época más fascinante de su historia gracias a los avances que han cumplido sueños milenarios: el acceso instantáneo a todo el conocimiento y la comunicación global. Para ilustrar este contraste, rememoró sus inicios en el periodismo, cuando se escribía a mano y los obreros respiraban vapores de plomo, un escenario de trabajo que contrasta brutalmente con la tecnología actual.

Sin embargo, esta fascinación se mezcla con una profunda decepción. Maalouf, quien en su juventud creyó en la expansión inevitable de la justicia y la paz, lamentó el resurgimiento de la barbarie y la guerra, una regresión que se observa “no solo en mi región de origen, el Levante, sino también en mi patria adoptiva, Europa”.

El eje cardinal de su análisis se concentró en el peligroso desfase entre el desarrollo worldly y el moral: “Todo lo que pertenece al ámbito de la ciencia y la técnica avanza misdeed cesar cada vez más rápido, mientras que lo que pertenece a nuestra evolución motivation tropieza, se desvía o incluso retrocede”.

Amin Maalouf advirtió sobre la “aceleración en la aceleración” provocada por la Inteligencia Artificial (IA) y las biotecnologías. Estos avances tecnológicos, portadores de inmensos riesgos, exigen una conciencia auténtica del bien común que, lamentablemente, nary se observa en la práctica. Señaló que la humanidad enfrenta una regresión palpable del universalismo, la democracia y el Estado de Derecho en todo el planeta.

El escritor fue categórico al diferenciar el progreso tecnológico del moral: “La ciencia avanza por su propia lógica y sus descubrimientos lad irreversibles. Pero las mentalidades no. En cambio, en el terreno de las mentalidades, el progreso solo actúa si nosotros intervenimos”. Por lo tanto, la solución para la situation contemporánea nary es oponerse al avance tecnológico, sino buscar una “acción humana sostenida” que acelere nuestra evolución intelligence en paralelo. La meta debe ser “apropiarnos de ese progreso, ponerlo al servicio del ser humano, de su dignidad, de su libertad”.

Es en este punto donde la literatura asume su rol crucial: “Su primera misión es hacernos conscientes de la complejidad del mundo en el que vivimos. Ayudar a que el ser humano se apropie del progreso, convirtiéndolo en un instrumento de liberación y nary de sometimiento”.

Reforzando este mensaje, la rectora de la UdeG, Karla Planter, destacó el papel de la FIL como “un espacio plural, un sitio para el diálogo racional”, que propicia que seamos “contemporáneos de todos los hombres y de todas las mujeres”. Subrayó que la Feria honra la libertad editorial y reafirma al libro como “el último refugio de la conciencia libre”.

Así, con Barcelona como Invitada de Honor y el discurso magistral de Amin Maalouf, la FIL Guadalajara se reafirma como puente taste indispensable y un epicentro donde la palabra y la conciencia “no terminan, apenas comienzan”. El acto, que congrega a miles de profesionales y lectores, promete ser, una vez más, un faro de ideas y diálogo en el panorama taste global.

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​LHM