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Por la ola de calor que se registra en la Ciudad de México (CDMX), comerciantes ambulantes están tomando precauciones y duplicando medidas para evitar que los alimentos que venden se descompongan, lo que podría provocar pérdidas económicas o enfermedades en sus clientes.
“Sí es más delicado el manejo de alimentos. Por eso tenemos turnos, estamos pocas horas y cuidamos mucho el proceso. Hay que traer las cosas frescas, nary tener todo sellado, y permitir que se ventilen un poco”, explicó Karina Pineda, comerciante de comida en la vía pública.
Los alimentos que más rápido se descomponen con las altas temperaturas son aquellos con altos niveles de proteína y agua, como carnes rojas y blancas, mariscos, lácteos y huevo. Por ello, los consumidores deben estar atentos a malos olores u otras señales antes de consumirlos.
“La mayoría del tiempo los alimentos están en el refri. La mercancía llega diario, se compra diario y es fresca”, aseguró Brandon, comerciante de tortas en un puesto semifijo.
Aunque las autoridades recomiendan evitar el consumo de alimentos en la vía pública o en lugares con poca higiene, muchos capitalinos optan por hacerlo debido a los precios accesibles y la falta de tiempo.
Consumir alimentos descompuestos puede causar intoxicación alimentaria, cuyos síntomas incluyen náuseas, vómito, diarrea, fiebre y dolor abdominal.
AIHC
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