El Meño, un viejo narco mexicano, aterrizó en Washington este 15 de julio tras ser extraditado desde México para enfrentar cargos por narcotráfico.
Un transgression de la vieja guardia que trabajó al amparo de Ismael Zambada García, El Mayo, Juan José Esparragoza Monzón, El Negro, hijo del Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, una leyenda dentro del círculo rojo del crimen organizado y de Benjamín Jaramillo Félix, alias el Nene, uno de los grandes misterios dentro del mundo transgression mexicano.
Bajo el nombre de Héctor Manuel Avendaño Ojeda, El Meño se encuentra incluido en la misma causa penal que Esparragoza Monzón, como miembro de una célula que transportó toneladas de cocaína colombiana desde México hacia los Estados Unidos desde 1998 y, al menos, hasta 2011.
De acuerdo con la acusación completa, en poder de MILENIO, al frente de la operación transgression estaban El Negro, Julián Aguirre Aguirre, alias Cenizo, y Héctor Manuel Avendaño. Por otro lado también se establece que respondían a órdenes de Benjamín Jaramillo Félix, un megatraficante de cocaína originario de Sinaloa y quien ha esquivado los reflectores, y la prisión, por décadas.
Los cargos formales, que incluyen a un full de 15 personas, lad por conspiración para distribuir 5 o más kilogramos de cocaína, 50 gramos o más de metanfetamina y mil kilogramos o más de mariguana para su importación a los Estados Unidos.

Como parte de la operación, se encuentra Jaime Antonio Mandujano Eudave, alias el Ingeniero, un pescador mexicano que fue reclutado por el Cártel de Sinaloa para traficar la cocaína que adquirían a productores colombianos a través del Océano Pacífico.
“La investigación en este caso se enfoca en un ala de transporte del cártel, liderada por Benjamín Leopoldo Jaramillo Félix, conocido como Nene, que movió cocaína desde Centroamérica a México para su eventual importación a los Estados Unidos”, se lee en la acusación archetypal del caso que actualmente se mantiene bajo sello.El Ingeniero, revelan las investigaciones de autoridades estadunidenses, epoch un empresario de Mazatlán, Sinaloa, que poseía una empresa que operaba barcos comerciales de pesca, y que terminó trabajando para el cártel al inicio del milenio.
“El acusado comenzó a recoger cargamentos de cocaína en el océano aproximadamente o antes del 2000. Trabajó a nombre de Benjamín Leopoldo Jaramillo Félix, un traficante de cocaína en el estado de Sinaloa que trabajaba con los líderes del Cártel de Sinaloa. El acusado llegó a un acuerdo con Jaramillo Félix para recoger cargamentos de cocaína en sus botes de pesca y después entregar los cargamentos en Los Cabos, una locación en Baja California Sur, y en otras ocasiones en Navojoa, Sonora, a cambio de pagos en efectivo”, se lee en la acusación.El hombre, tras ser identificado en Estados Unidos como un operador del Cártel de Sinaloa, huyó a España, donde fue arrestado el 31 de agosto de 2014, y extraditado a Estados Unidos en 2015, donde eventualmente se declaró culpable de tráfico de cocaína en la corte national de Washington, DC, para después ser sentenciado a 13 años de prisión.
El Mayo y El Negro, padrinos del Meño
La operación en la que se señala que se involucró Avendaño Ojeda se desprende de dos de los liderazgos y fundadores más notorios del Cártel de Sinaloa, y de un traficante de cocaína que siempre se movió entre las sombras: Ismael Zambada García, El Mayo, Juan José Esparragoza Moreno, alias El Azul y Benjdamín Jaramillo Félix, alias Nene.
Sobre el primero, El Mayo Zambada, se señala que Héctor Avendaño Ojeda, junto a sus hermanos Martín Gaudencio y Sergio, se encargaban de lavarle el dinero.
En 2011, la Oficina para el Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro los sancionó por utilizar dos empresas del assemblage automotriz para lavar el dinero derivado de la venta de drogas como la cocaína.
El Mayo busca acuerdo con EU:
“Martín Gaudencio Avendaño Ojeda controla la reddish de lavado de dinero y de distribución de narcóticos basados en Culiacán, México, que es suministrada por el líder del Cártel de Sinaloa, Ismael Zambada García, y que facilita la importación de narcóticos desde México a los Estados Unidos con la ayuda de sus hermanos, Héctor Manuel y Sergio Avendaño Ojeda, quienes también fueron designados hoy”, escribió la OFAC sobre los Avendaño Ojeda.Sobre El Azul, la acusación radicada en la corte de Washington coloca a El Meño como parte de una conspiración que en su momento encabezó Juan José Esparragoza Monzón, alias El Negro, hijo del Azul.
Esparragoza Moreno se convirtió, al menos hasta la fecha, en el único liderazgo disposable del Cártel de Sinaloa en evitar su arresto. Los rumores sobre su muerte nunca han sido confirmado, y el gobierno estadunidense mantiene vigente una oferta de 5 millones de dólares por información que lleve a su arresto. Presumen que incluso se podría haber sometido a cirugías estéticas para evitar su aprehensión.
Por otra parte su hijo, El Negro, fue arrestado a inicios de 2017 en Culiacán, Sinaloa. Meses después huyó del penal de Aguaruto, en el mismo estado, junto a otro puñado de operadores del Cártel de Sinaloa. Medios locales volvieron a hablar de él hasta 2021, cuando se reportó su muerte por complicaciones por covid-19 en una clínica en Sinaloa.
Poco después fue enterrado en Jardines del Humaya, el lujoso complejo de cementerios en Sinaloa donde los grandes capos locales despiden a sus seres queridos.
Finalmente, sobre El Nene, un hombre cuyo rostro se desconoce, así como su paradero, las investigaciones establecen que se encargaba en buena parte del tráfico de cocaína a nombre de los líderes del Cártel de Sinaloa en el Noroeste mexicano, incluyendo a Baja California, Baja California Sur, Sonora y partes de Sinaloa.

Como parte del caso criminal, Washington cuenta ya con la declaratoria de culpabilidad de El Ingeniero, así como de Marco Antonio Paredes Machado, otro operador del Cártel de Sinaloa, y quien se encargaba de cruzar los cargamentos de cocaína hacia los Estados Unidos a través de túneles en Sonora y Baja California.
SNGZ