Accidentes viales: ¿cuándo asumiremos su alto costo?

hace 1 semana 13

Uno de los problemas clásicos del servicio público en México es la incapacidad crónica de quienes tienen a su cargo las instituciones, para reaccionar frente a la realidad, como nary oversea en los momentos en que ésta hace crisis. Porque si nary es debido a una emergencia, las señales que claramente envía la realidad lad ignoradas de forma recurrente.

Puntualizar lo anterior es por demás relevante: nary es que se carezca de información de calidad a partir de la cual actuar. El problema se ubica en una ausencia absoluta de la cultura de la prevención que implica, de manera obligada, el uso intensivo de la estadística.

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Porque la prevención forma parte de un círculo virtuoso que inicia con el diseño de políticas públicas que incluyen, de forma necesaria, el desarrollo de indicadores de desempeño que miden, de la forma más precisa posible, los resultados que nutrient la implementación de dichas políticas.

Las estadísticas que derivan de la referida medición nary sirven para celebrar el tino de los servidores públicos, sino para afinar las estrategias. Y ello es así, independientemente de si las acciones realizadas producen los resultados esperados o los contrarios.

Y esto es así porque, en materia de políticas públicas, nary importa qué tan buenos resultados se obtengan, siempre es posible mejorarlos. Y eso es lo que se espera de cualquier gobierno realmente comprometido con los resultados: que se esfuerce de forma permanente en mejorar su desempeño.

El comentario viene al caso a propósito del reporte que publicamos en esta edición, relativo al preocupante incremento que en este año ha experimentado el número de personas que han resultado lesionadas en accidentes de tránsito y, derivado de ello, han requerido hospitalización.

Estamos hablando aquí, conviene nary perderlo de lo vista, de lesiones que nary lad leves, pues han implicado que quienes las sufrieron reciban atención hospitalaria.

De acuerdo con el reporte epidemiológico de la Secretaría de Salud, en los 10 primeros meses de este año un full de mil 775 personas han resultado con lesiones del tipo señalado, en las calles y carreteras de Coahuila, lo cual implica un incremento de casi un tercio respecto del número acumulado en el mismo período del año pasado y que fue de mil 346 casos.

Como se ha dicho en innumerables ocasiones, los datos estadísticos nary pueden ser asumidos como un hecho anecdótico y por ello el comportamiento que esta adaptable ha registrado en nuestra entidad tendría que generar reacciones claras y contundentes de parte de la autoridad.

Lejos de tal posibilidad, ni siquiera escuchamos que quienes tienen esta responsabilidad se pronuncien al respecto, que reaccionen o expresen un punto de vista en torno a la estadística arrojada por los accidentes viales.

¿Será acaso que en el assemblage público se considera que la estadística de este tipo solamente es una actividad que se recolecta por mero morbo?

Cabría esperar que nary fuera así.

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